¿Sabías que el vino de España también habla tu idioma?

Para empezar, lo que más me gusta es que aquí no te vienen con rollos raros ni tecnicismos que asustan. No hace falta saberse la teoría del color, ni identificar diez aromas distintos, ni estudiar tres años antes de abrir una botella. La idea es justo la contraria: disfrutar del vino desde lo sencillo, desde lo cotidiano, desde esos momentos que siempre están ahí… pero que a veces olvidamos saborear. De hecho, en su web te explican cómo disfrutar una copa sin saber absolutamente nada. Y oye, es que es verdad: solo hace falta mirar, oler, probar, y dejar que lo que sientes sea lo que vale.

¿Quién está detrás de todo esto? Pues nada menos que la OIVE, la Interprofesional del Vino de España. Y eso ya te da una pista de que la cosa va en serio. No es una campaña improvisada, ni un intento de venderte nada. Es el propio sector diciendo: “vamos a hablar de vino de una manera normal, natural y sin postureos”.

¿Y cómo lo hacen? Pues han montado toda una estructura que, si te soy sincero, funciona muy bien porque mezcla emoción, formación y vida real. Por un lado tienes la campaña “Tómate las cosas con vino”, que básicamente te anima a no esperar grandes acontecimientos para brindar. Porque al final, las mejores cosas pasan entre semana, sin avisar, sin grandes planes. Y una copa de vino en esos momentos, oye… pues sienta diferente.

Luego están las “Historias con vino”. Son como mini escenas que podríamos vivir cualquiera de nosotros: una charla en un bar, una risa tonta, una reunión improvisada. Son historias que te recuerdan que los momentos más bonitos suelen ser los más simples.

A eso le sumas Espacio Vino, que es el lugar donde ya pasas de mirar a tocar. Talleres, catas, experiencias… lo que hace falta para que el vino deje de ser teoría y se convierta en algo que se vive.

Y mientras tanto, la web va regalando pequeñas píldoras de conocimiento: qué tipos de vino hay, cómo maridar, por qué ciertos vinos combinan con ciertos platos… Todo explicado de forma ligera, accesible y sin sentarte a examen.

¿Y qué gana el sector con todo esto? Mucho. Para empezar, rompe esa barrera absurda que hace que mucha gente piense que el vino “no es para ellos”. Pues claro que lo es. Solo hace falta que alguien te lo cuente sin juzgarte y sin hacerte sentir que “no sabes”. Y además, refresca la imagen del vino, lo acerca a lo real, a lo que vivimos todos.

Si lo pienso bien, Mejor con Vino es una bocanada de aire fresco. Es enseñar sin presión, compartir sin exigir y disfrutar sin miedo. Es devolver el vino a su lugar natural: en la mesa, en las risas, en los días normales. Y cuando lo miras así… entiendes que no hace falta saber mucho para disfrutar mucho.