Reflexiones sobre accesibilidad, tiempos institucionales y cómo WinesOf trabaja para transformar el enoturismo y la gastronomía desde lo digital e inclusivo.
Hace tres semanas se presentó oficialmente la Guía de Accesibilidad para Establecimientos Gastronómicos de Montevideo, un documento que —más allá de su forma impresa o digital— representa algo mucho más profundo: el intento de una ciudad por volverse más habitable, más empática, más pensada para todos.
Tuve el privilegio de ser parte del proceso de construcción de esa guía. Un privilegio que, seamos honestos, no siempre está garantizado. Mi participación fue posible, en parte, por haber ganado el Fondo DTI, pero también —y esto es importante decirlo— gracias a la generosidad de alguien que entendió que cuando alguien está empujando por un verdadero cambio, vale la pena tenderle una mano. En tiempos donde todo parece filtrarse por el embudo de la gestión, ese gesto humano fue una bocanada de aire.
No hice una publicación en el momento. Me lo guardé. Porque a veces, antes de escribir, hace falta procesar lo que duele.
Es curioso cómo funcionan las cosas. Hace dos años, WinesOf era, para muchos, “una plataforma demasiado ambiciosa”. Una idea linda, sí, pero irreal. Hoy, parte de esa “irrealidad” forma parte de políticas públicas, de guías, de conversaciones institucionales.
No lo digo desde la soberbia. Lo digo desde ese lugar incómodo de quien ve cómo, a veces, las ideas tardan en ser reconocidas solo porque no llegaron por los caminos tradicionales.
Y sin embargo, ahí estábamos. Presentes. No siempre al frente. No siempre con la palabra. Pero como dice el dicho: las palabras se las lleva el viento, pero las acciones quedan.
Y cuando una idea queda impresa en una guía oficial, algo cambió. No del todo. Pero algo.
También es cierto que no todo avanza al ritmo que quisiéramos. Hace seis meses ganamos un fondo con una propuesta clara, medible, de impacto real. Pero el tiempo institucional es otro. Se ralentiza entre cambios de administración, procesos que no se explican y prioridades que mutan sin previo aviso.
Uno aprende a no preguntar demasiado. A no incomodar. A entender que “hay que esperar”.
Pero sería bueno que ese principio aplicara para todos. Porque cuando los tiempos ajenos se aceleran, uno tiene que estar. Pero cuando los tiempos propios se congelan, la respuesta suele ser el silencio.
Desde WinesOf seguimos trabajando. Sin cámara, sin micrófono, sin presupuesto, pero con una claridad inquebrantable: la accesibilidad no es una opción, es una urgencia. Y no empieza ni termina en una rampa. Tiene que ver con letras que se leen, navegación que no frustra, idiomas que conectan, tecnología que acompaña. Y sobre todo, con una experiencia que incluye en lugar de excluir.
Queremos aportar herramientas concretas: cartas digitales accesibles, menús traducidos, conectividad real entre bodegas, restaurantes y turistas. Porque el enoturismo y la gastronomía también pueden —y deben— ser inclusivos.
Este artículo no es una queja. Es una invitación. A mirar más allá de los anuncios. A reconocer que la transformación digital con impacto social existe y está ocurriendo, aunque no siempre en horario central.
Si algo aprendimos es que las palabras se pueden olvidar, pero las acciones bien pensadas encuentran su forma de permanecer. Y en eso estamos.
Porque todavía queda mucho por hacer. Y preferimos hacerlo con las manos ocupadas en construir que con la voz esperando turno.
💡 Si querés saber qué se viene desde WinesOf o sumarte a construirlo, te invito a que lo descubras:
Descargá la guía para que la puedas descargar y disfrutar.
Andrés Varela
De 🇺🇾 | 🍷 Impulso la transformación digital en el mundo del vino | Co-Fundador y Director de WinesOf 🍷📲 | Startup 🚀 | Digitalización Enoturismo 🍇✈️ | Sommelier 🍷 | Cocinero 🔪 | DTI | Enoturismo MICE | Amante de la tecnología y del impacto positivo que puede tener en el mundo...