Helicóptero, vino y relato: Marqués de Murrieta transforma la visita en experiencia. ¿Y si Uruguay se animara a volar también?
Crónica real de cómo una bodega puede cambiarlo todo
No es metáfora. No es exageración.
Te bajás del auto esperando una visita guiada más.
Quizás una copa de bienvenida, un par de fotos, una cata bien armada.
Pero al levantar la vista… hay un helicóptero esperándote.
Y de golpe entendés que esto no es una visita.
Es otra cosa.
Es una historia de vino que te lleva a volar.
Te subís. Dudás. Te ajustás el cinturón.
El suelo empieza a alejarse y los viñedos se convierten en pinceladas verdes sobre la tierra.
Volás.
Sobre Rioja.
Sobre uno de los terroirs más famosos del mundo.
Y por un momento, todo encaja: el paisaje, el silencio, el viento que entra por la ventanilla.
No te están mostrando la bodega.
Te están dejando sentirla.
Aterrizás. Y sin palabras, te guían hacia un salón de piedra.
No hay multitudes. No hay guiones.
Solo vos, una copa y un vino que lleva más años embotellado que los que vos tenés de vida.
Castillo Ygay, servido en un ritual lento, privado, ceremonial.
El tiempo parece estirarse, como si el vino necesitara su propio reloj.
Y lo tiene.
No hay menú para elegir.
La propuesta es clara: esto es lo que somos, y esto es lo que vas a probar.
Huerta, producto local, diseño de plato sin pretensión.
Gastronomía con verdad.
Acá no hay etiquetas. Hay sabor, textura, intención.
Esto no es ostentación.
Es storytelling en estado puro.
Una bodega histórica que entiende que ya no alcanza con hacer buen vino.
Hay que contarlo, vivirlo, hacerlo memorable.
Y eso también se diseña.
Porque cuando el vino deja de ser solo bebida y se convierte en emoción, ahí nace el verdadero enoturismo.
¿Qué estamos esperando para hacerlo acá?
Colonia tiene más historia por metro cuadrado que muchos pueblos europeos.
Maldonado tiene mar, viñedos y atardeceres que te dejan sin palabras.
Rocha es un diamante sin pulir, con alma salvaje y territorio virgen.
Y el talento ya está.
Solo falta animarse.
🔥 Que el lujo verdadero no está en volar, sino en crear algo que nadie más pueda copiar.
🔥 Que el relato de tu bodega no se encuentra, se construye.
🔥 Que la hospitalidad no se trata de servir, sino de emocionar.
Y que el turismo del vino, si se hace bien, puede cambiar una región entera.
🍇 Sos bodega → Dejá de pensar en "mostrar la sala de barricas". Pensá en contar una historia que nadie olvide.
🍽️ Tenés un restaurante → Convertí tu carta en un mapa emocional del territorio. No hace falta sofisticación: hace falta verdad.
🎓 Sos guía, comunicador, sommelier → Vos no das datos. Vos creás relato. Y eso vale oro.
✈️ Sos viajero → Olvidate del "vino con visita". Buscá el vino con alma.
Creemos que el enoturismo no es una moda, es un idioma.
Y si sabemos hablarlo bien, podemos transformar una copa en una experiencia que mueva la economía, emocione al turista y posicione a Uruguay en el mapa de lo inolvidable.
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🔗 Fuente consultada: 📚 The Luxonomist
Andrés Varela
De 🇺🇾 | 🍷 Impulso la transformación digital en el mundo del vino | Co-Fundador y Director de WinesOf 🍷📲 | Startup 🚀 | Digitalización Enoturismo 🍇✈️ | Sommelier 🍷 | Cocinero 🔪 | DTI | Enoturismo MICE | Amante de la tecnología y del impacto positivo que puede tener en el mundo...