Hoy visité la Bodega Heredad Morán & López, un rincón lleno de encanto en el corazón del Bierzo, donde el vino se vive con pasión y honestidad. Me recibieron Estefanía y Miguel Ángel, los artífices de este proyecto familiar que ha sabido unir tradición, territorio y elegancia en cada botella.
El recorrido comenzó entre viñedos, donde me contaron cómo cultivan con mimo sus cepas. Después entramos a la bodega, un espacio acogedor y moderno, pero con alma rústica. En la sala de catas probé su Godello Fermentado en Barrica, un blanco que me sorprendió por su cremosidad, su complejidad aromática y ese equilibrio perfecto entre fruta y madera. Estefanía me explicó cómo el paso por barrica le da ese cuerpo tan especial sin perder frescura.
Luego, llegó el turno del Buleza, un rosado elaborado con Mencía, elegante, floral y con una acidez viva que lo hace ideal para cualquier momento.Mientras Miguel Ángel hablaba con orgullo de la historia familiar que hay detrás de cada etiqueta.Pero lo mejor estaba por venir: el Rincón de Heredad, su tinto Crianza, profundo y redondo, con notas de fruta madura, toques especiados y taninos suaves. Lo acompañamos con una tortilla casera que prepararon especialmente para mí, jugosa, con ese sabor que solo se encuentra en casa. Fue un maridaje perfecto: vino y comida, sencillos pero exquisitos.
Me fui de Heredad Morán & López con la sensación de haber vivido algo más que una cata. Fue una experiencia cercana, sincera, donde cada vino refleja el cuidado y la dedicación de Estefanía y Miguel Ángel. Sin duda, un lugar al que volver… y una copa que repetir.

Enoturismo en el Bierzo
Hoy visité la Bodega Heredad Morán & López, un rincón lleno de encanto en el corazón del Bierzo, donde el vino se vive con pasión y honestidad. Me recibieron Estefanía y Miguel Ángel, los artífices de este proyecto familiar que ha sabido unir tradición, territorio y elegancia en cada botella.
El recorrido comenzó entre viñedos, donde me contaron cómo cultivan con mimo sus cepas. Después entramos a la bodega, un espacio acogedor y moderno, pero con alma rústica. En la sala de catas probé su Godello Fermentado en Barrica, un blanco que me sorprendió por su cremosidad, su complejidad aromática y ese equilibrio perfecto entre fruta y madera. Estefanía me explicó cómo el paso por barrica le da ese cuerpo tan especial sin perder frescura.
Luego, llegó el turno del Buleza, un rosado elaborado con Mencía, elegante, floral y con una acidez viva que lo hace ideal para cualquier momento.Mientras Miguel Ángel hablaba con orgullo de la historia familiar que hay detrás de cada etiqueta.Pero lo mejor estaba por venir: el Rincón de Heredad, su tinto Crianza, profundo y redondo, con notas de fruta madura, toques especiados y taninos suaves. Lo acompañamos con una tortilla casera que prepararon especialmente para mí, jugosa, con ese sabor que solo se encuentra en casa. Fue un maridaje perfecto: vino y comida, sencillos pero exquisitos.
Me fui de Heredad Morán & López con la sensación de haber vivido algo más que una cata. Fue una experiencia cercana, sincera, donde cada vino refleja el cuidado y la dedicación de Estefanía y Miguel Ángel. Sin duda, un lugar al que volver… y una copa que repetir.