Un vistazo a la próxima revolución del vino: de la viticultura ecológica a la genómica, con el proyecto de Lincoln University (NZ) que usa secuenciación masiva para crear vides naturalmente resistentes, reducir un 80 % los fungicidas y ahorrar ~800 €/ha, todo sin transgénicos.
Durante los últimos quince años, la viticultura hizo del “orgánico” su palabra fetiche. En 2025 (con el cambio climático empeñado en encadenar olas de calor, lluvias torrenciales y nieblas tardías) contamos ya con miles de bodegas ecológicas a lo largo de todo el mundo, por ejemplo en España hay 1.300 que suponen casi un 30 % del total nacional.
Sin embargo, la etiqueta “bio” empieza a quedarse corta frente a un reto mucho mayor: producir uva sana con cero (o casi cero) tratamientos químicos. En otras palabras: dejar de pensar en “reducir fitosanitarios” y pasar a no necesitarlos.
En Lincoln University (Canterbury), el profesor Christopher Winefield dirige un proyecto pionero que emplea el secuenciador MGI DNBSEQ-G400 para procesar 50 000 muestras de vid al año (cien veces más que los métodos clásicos).
“Vineyards are heavily reliant on chemicals to fight fungal disease and that can come at a cost to the soil microbiome, long-term crop health and the environment” – C. Winefield ChannelLife New Zealand
La meta: mapear variantes genéticas naturales que confieran resistencia a mildiu, botritis o cochinilla. Los primeros ensayos indican que basta eliminar un único tratamiento antifúngico tardío para reducir residuos y costes sin tocar el ADN (selección clásica guiada por datos).
Un estudio de la Universidad de Cornell calcula en ≈ 1 000 €/ha/año el gasto medio en cobre y azufre de un viñedo europeo. Recortar un 80 % gracias a cepas resistentes liberaría > 800 €/ha para inversión en barricas, enoturismo o I+D.
MGI Australia y Lincoln University preparan una start-up que democratizará el test genómico: 1 M de muestras/año al inicio y 10 M en cinco años.
“What this unlocks is a move from broad-spectrum, scheduled spraying to data-driven, localised treatment” – C. Winefield ChannelLife New Zealand
Todo sin transgénicos: cría selectiva basada en la variación natural que ya existe en la viña.
🧬 Genómica aplicada: cepas naturalmente resistentes → menos fungicidas
💸 Ahorro directo: ~800 €/ha en insumos y gasoil
🌍 Relato de marca: “Bio, bajo carbono y basado en ciencia”
🌦 Resiliencia climática: menor riesgo de pérdida de cosecha
#GenómicaVitivinícola #ViticulturaPostEco #VinoDelFuturo
Jesús Rosa
Especialista en operaciones y automatización con más de diez años impulsando exportaciones, bodegas y ecosistemas digitales. Actualmente orquesto la cadena de valor en Neleman Wines, bodega enclavada en el corazón de las Hoces del Cabriel (Valencia).
Comparto reflexiones sobre vino, productividad y sostenibilidad en The Wine Office (Substack) y en LinkedIn, para visibilizar el valor oculto del trabajo que sostiene cada botella.